En la era digital, los data centers se han convertido en la columna vertebral de nuestra sociedad basada en la información. Albergan infraestructuras informáticas críticas, almacenan, gestionan y difunden datos que lo potencian todo, desde las redes sociales al comercio electrónico, desde la banca online a los servicios de streaming. Sin embargo, a pesar de su papel fundamental, circulan muchas ideas erróneas sobre qué son y cómo funcionan.
En este artículo desmentimos los 12 mitos más comunes sobre los centros de datos. Nuestro objetivo no es sólo disipar estas ideas erróneas, sino también proporcionar una mejor comprensión de la función vital que desempeñan estás estructuras en nuestro mundo cada vez más conectado. Así que, tanto si es usted un entusiasta de la tecnología, un profesional de TI o simplemente una mente curiosa, siga leyendo para descubrir la verdad que se esconde tras estos mitos.
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Mito nº 1: Son malos para el medio ambiente
Este mito describe los centros de datos como grandes devoradores de energía que contribuyen significativamente al calentamiento global. No es del todo infundado: al fin y al cabo, estás instalaciones consumen una cantidad considerable de energía para su funcionamiento. Sin embargo, esta afirmación generalizada pasa por alto un punto crucial: los continuos y sustanciales esfuerzos del sector en pro de la sostenibilidad y la eficiencia energética.
Los centros de datos de todo el mundo se esfuerzan continuamente por reducir su impacto medioambiental. Muchas instalaciones se diseñan ahora para ser eficientes energéticamente, aprovechando tecnologías de refrigeración innovadoras para minimizar el consumo de energía. Algunos centros de datos incluso aprovechan condiciones geográficas beneficiosas, como climas frescos o proximidad a fuentes de energía renovables, para reducir aún más su huella de carbono.
Además, muchas empresas que operan estos centros de datos están invirtiendo en proyectos de energías renovables o comprando créditos de energía verde para compensar sus emisiones de carbono. Por ejemplo, Google se ha comprometido a operar sus centros de datos con energía libre de carbono 24/7 para 2030.
Así que, aunque es cierto que los centros de datos requieren una cantidad considerable de energía, es un mito etiquetarlos categóricamente como «malos para el medio ambiente». La realidad es mucho más matizada, y el sector avanza a pasos agigantados hacia operaciones más ecológicas y sostenibles.
Mito nº 2: La nube no es algo físico
El término «computación en nube» suele dar la impresión de que los datos flotan en el éter, lo que lleva a algunos a creer que la nube no es una entidad tangible. Sin embargo, esto es un mito. La «nube» es algo muy físico.
En realidad, cuando subes un archivo a la nube, envías un correo electrónico o transmites una película, estás interactuando con datos almacenados en centros de datos físicos. Estos centros de datos albergan servidores, dispositivos de almacenamiento y equipos de red que alimentan los servicios en la nube que utilizamos a diario.
El término «nube» significa simplemente que se puede acceder a los recursos (como el almacenamiento o la capacidad de procesamiento) de forma remota a través de Internet, en lugar de estar alojados en su dispositivo local. Es una metáfora del modo en que se puede acceder a los datos en cualquier momento y lugar, siempre que se disponga de conexión a Internet.
No se deje engañar por su nombre etéreo. La nube está muy arraigada en el mundo físico, en forma de vastos centros de datos repartidos por todo el planeta.
Mito nº 3: Son 100% seguros
La seguridad es una prioridad absoluta para los centros de datos. Al fin y al cabo, se les confía la protección de datos valiosos y a menudo sensibles tanto para empresas como para particulares. Sin embargo, la creencia de que cualquier sistema, incluidos los centros de datos, puede ser 100% seguro es un mito.
Aunque los data centers emplean una serie de medidas de seguridad – desde salvaguardas físicas como escáneres biométricos y vigilancia por circuito cerrado de televisión hasta medidas de ciberseguridad como cortafuegos, sistemas de detección de intrusos y auditorías de seguridad periódicas -, ningún sistema es completamente inmune a las amenazas. Pueden surgir nuevas vulnerabilidades y continuamente se desarrollan nuevos tipos de ataques.
Por eso es fundamental que las empresas cuenten con un sólido plan de recuperación ante desastres y continuidad de la actividad, incluso cuando sus datos se almacenan en un centro de datos de alta seguridad. Las copias de seguridad periódicas, el cifrado y un plan de respuesta bien probado para posibles violaciones son componentes necesarios de una estrategia integral de seguridad de los datos.
Así pues, aunque los centros de datos se encuentran entre los lugares más seguros para almacenar datos, es importante recordar que en el mundo de la ciberseguridad no existe la seguridad absoluta. Siempre hay que estar preparado para las amenazas potenciales y tener un plan para mitigar su impacto.
Mito nº 4: Todos los centros de datos son iguales
Es un error común pensar que todos los centros de datos son esencialmente iguales y que funcionan como almacenes llenos de servidores. No obstante, esto es un sofisma de distracción y anda muy alejado de la realidad. Los centros de datos varían mucho en cuanto a tamaño, diseño, ubicación, capacidad, medidas de seguridad y servicios que ofrecen.
Para empezar, los centros de datos pueden ser desde enormes edificios del tamaño de almacenes que dan servicio a gigantes tecnológicos mundiales hasta pequeñas salas locales que albergan la infraestructura informática de una organización. También hay centros de datos modulares o en contenedores que ofrecen una solución portátil.
El diseño y la arquitectura de los centros de datos también pueden variar significativamente, influidos por factores como el clima local, los recursos disponibles y las necesidades específicas del cliente. Algunos centros de datos pueden utilizar métodos de refrigeración avanzados, como la refrigeración por inmersión líquida, mientras que otros pueden emplear sistemas HVAC más tradicionales.
La ubicación es otro factor que diferencia a los centros de datos. Algunos se sitúan estratégicamente cerca de centrales eléctricas para facilitar el acceso a la electricidad, otros en climas más fríos para reducir los costes de refrigeración y otros cerca de los principales puntos de conexión a Internet para reducir la latencia.
En cuanto a las medidas de seguridad, los data centers también pueden variar mucho. Algunos pueden contar con medidas de seguridad física y cibernética de última generación, mientras que otros pueden tener una protección más básica.
Por último, no todos los centros de datos ofrecen los mismos servicios. Mientras que algunos se limitan a proporcionar espacio, energía y refrigeración para los servidores de los clientes, otros pueden ofrecer servicios adicionales como alojamiento en la nube, servicios informáticos gestionados, soluciones de recuperación ante desastres y mucho más.
En resumen, decir que todos los centros de datos son iguales es una simplificación excesiva. Cada centro de datos es único, adaptado para satisfacer las necesidades específicas de sus clientes y para funcionar eficientemente en su entorno.
Mito nº 5: Son cosa del pasado
Con el auge de la computación en nube, algunas personas creen que los centros de datos tradicionales se están quedando obsoletos. Imaginan los centros de datos como reliquias de una era pasada, que pronto serán sustituidos por completo por la nube. Sin embargo, esto es un mito.
Es importante recordar que la «nube» no es un concepto abstracto, sino una red de centros de datos físicos. Cada vez que utilizamos un servicio en la nube, ya sea para almacenar fotos, transmitir música o ejecutar una aplicación web, dependemos de centros de datos para alimentar esos servicios.
Además, no todas las empresas están trasladando todas sus operaciones a la nube pública. Muchas empresas, sobre todo las de sectores muy regulados o con requisitos específicos de rendimiento o seguridad, prefieren mantener parte o toda su infraestructura informática en centros de datos privados, u optan por un modelo híbrido que combina nube pública, nube privada y recursos locales.
Además, nuevas tecnologías como la computación de borde, que consiste en procesar los datos más cerca de su origen para reducir la latencia, están impulsando la creación de centros de datos más localizados.
Así pues, lejos de convertirse en algo del pasado, los centros de datos siguen evolucionando y desempeñan un papel crucial en nuestro mundo digital. Forman parte integral del funcionamiento de la nube y seguirán siendo una piedra angular de la infraestructura informática mundial en un futuro previsible.
Mito nº 6:No afectan al ciudadano de a pie
Algunas personas podrían pensar que los centros de datos sólo son relevantes para los profesionales de TI o las grandes corporaciones. Al fin y al cabo, el ciudadano de a pie no suele interactuar directamente con los centros de datos. Sin embargo, esto es un mito.
Los centros de datos desempeñan un papel crucial en la vida diaria del ciudadano de a pie, aunque no resulte obvio a primera vista. Cada vez que utilizas Internet, ya sea para consultar tu correo electrónico, navegar por las redes sociales, ver una película, comprar online o utilizar una aplicación móvil, estás interactuando con un centro de datos.
Los centros de datos hacen posible nuestro mundo digital. Alojan los sitios web que visitamos, almacenan los contenidos que consumimos, procesan las transacciones que realizamos y hacen posibles los servicios digitales de los que dependemos cada día. Sin centros de datos, nuestras actividades en línea se detendrían.
Así que, aunque no vea o piense en los centros de datos a diario, son una parte fundamental de su vida digital. En un sentido muy real, los centros de datos están detrás de cada clic, cada deslizamiento y cada toque.
Mito nº 7: Son inmunes a los cortes de electricidad
Es una creencia común que los centros de datos, con sus filas y filas de servidores críticos, son inmunes a los cortes de energía. Al fin y al cabo, están construidos para que el mundo digital funcione sin problemas, ¿verdad? Pues bien, aunque es cierto que los centros de datos emplean numerosas estrategias para evitar las interrupciones del suministro eléctrico, la idea de que son completamente inmunes a los cortes de energía es un mito.
Los centros de datos suelen tener varias fuentes de alimentación, como la red eléctrica principal, generadores de reserva y sistemas de baterías, para garantizar un funcionamiento continuo. También emplean sistemas de alimentación redundantes, lo que significa que tienen componentes duplicados que pueden tomar el relevo inmediatamente si fallan los principales.
Sin embargo, a pesar de estas precauciones, los cortes de electricidad pueden ocurrir y ocurren. Pueden deberse a diversos factores, como condiciones meteorológicas extremas, fallos de los equipos, errores humanos o problemas con la propia red eléctrica.
Cuando se producen, pueden ser costosos y perjudiciales. Por eso, los centros de datos invierten mucho no sólo en prevenir los cortes, sino también en minimizar su impacto cuando se producen, con medidas como sistemas de alimentación ininterrumpida (SAI) y sólidos planes de recuperación ante desastres.
Así pues, aunque los centros de datos están diseñados para ser increíblemente resistentes, no son 100% inmunes a los cortes de energía. Es un recordatorio de que incluso los sistemas más robustos necesitan planes de contingencia.
Mito nº 8: Dirigir un centro de datos es fácil
Para los no iniciados, gestionar un data center puede parecer tan sencillo como mantener una sala llena de servidores. Enfáticamente, falso. La realidad es que gestionar un centro de datos es una tarea compleja que requiere amplios conocimientos y recursos, por lo que la idea de que gestionar un centro de datos es fácil es un mito total.
Los centros de datos no se limitan a albergar servidores. Se trata de garantizar que esos servidores estén seguros, alimentados, refrigerados y conectados a la red en todo momento. Se trata de gestionar multitud de sistemas y componentes, como unidades de distribución de energía, sistemas de refrigeración, sistemas de extinción de incendios y medidas de seguridad.
Las operaciones de los centros de datos también implican una cuidadosa planificación de la capacidad para garantizar que haya suficiente espacio, energía y refrigeración para acomodar el crecimiento futuro. Requieren un mantenimiento regular y la comprobación de los equipos para evitar fallos, así como el cumplimiento riguroso de diversas normas y reglamentos del sector.
Además, los centros de datos necesitan un equipo de profesionales cualificados para gestionar todos estos aspectos. Este equipo debe poseer conocimientos en múltiples disciplinas, como TI, ingeniería eléctrica y mecánica, seguridad y gestión de instalaciones.
Así que, si alguien le dice que gestionar un centro de datos es fácil, puede estar seguro de que está mal informado. Gestionar un centro de datos es una tarea compleja y exigente que requiere un profundo conocimiento tanto de la gestión de TI como de infraestructuras.
Mito nº 9: Sólo las grandes empresas necesitan centros de datos
Es un mito común que sólo las grandes empresas necesitan centros de datos. Esta creencia se deriva de la idea de que sólo las grandes empresas generan suficientes datos o disponen de los recursos necesarios para justificar el uso de un centro de datos. Sin embargo, no es así.
Aunque es cierto que las grandes empresas suelen tener sus propios centros de datos o importantes recursos en instalaciones de colocación, las pequeñas y medianas empresas también se benefician de los servicios de este tipo de infraestructuras. Esto es especialmente cierto con la llegada de los servicios en la nube y la virtualización, que han hecho que los recursos de los centros de datos sean más accesibles y asequibles para las organizaciones más pequeñas.
En la era digital actual, las empresas de todos los tamaños dependen de los datos para sus operaciones. Ya se trate de información de clientes, registros de transacciones o datos de sitios web, esta información debe almacenarse, gestionarse y protegerse. Los centros de datos proporcionan un entorno seguro, fiable y eficiente para gestionar estos datos.
Además, el uso de servicios de centros de datos puede resultar más rentable para las pequeñas y medianas empresas que mantener sus propios servidores in situ. Con los centros de datos, pueden aprovechar las últimas tecnologías y medidas de seguridad, garantizar una alta disponibilidad y ampliar o reducir los recursos según sea necesario, todo ello sin necesidad de realizar una gran inversión inicial.
Así pues, aunque las grandes corporaciones sean los usuarios más visibles de los centros de datos, no son ni mucho menos los únicos. Empresas de todos los tamaños pueden beneficiarse de los servicios que ofrecen los centros de datos.
Mito nº 10: Los centros de datos son sólo almacenamiento
Cuando la gente piensa en los centros de datos, a menudo los asocia principalmente con el almacenamiento de datos. Si bien es cierto que el almacenamiento es una función clave de los centros de datos, es un mito decir que los centros de datos son sólo almacenamiento.
Además del almacenamiento, los centros de datos también se ocupan del procesamiento de datos y las redes. Albergan aplicaciones, ejecutan bases de datos y facilitan el intercambio de datos. No son meros depósitos pasivos de información, sino sistemas activos y dinámicos que procesan y transmiten datos.
Además, los centros de datos suelen prestar otros servicios, como recuperación de desastres, copias de seguridad, equilibrio de carga y ciberseguridad. También pueden desempeñar un papel clave en las redes de distribución de contenidos (CDN), que ayudan a entregar contenidos a los usuarios de forma rápida y eficiente.
En la era de la computación en nube, el papel de los data centers se ha ampliado aún más. Ahora son la base de una gran cantidad de servicios en la nube, desde aplicaciones de software como servicio (SaaS) hasta plataformas de infraestructura como servicio (IaaS).
Así que, aunque el almacenamiento es sin duda una parte crucial de lo que hacen los centros de datos, es sólo una pieza del rompecabezas. Los centros de datos desempeñan un papel polifacético en nuestra infraestructura digital, permitiendo una amplia gama de servicios que van más allá del mero almacenamiento.
Mito No 11: Los altos costos de construcción
El mito de los altos costos de construcción de un centro de datos (data center) es una idea muy extendida, pero es esencial desglosarlo para una comprensión precisa. En primer lugar, es crucial recordar que los data centers son inversiones estratégicas a largo plazo para las organizaciones, y aunque requieren inversiones significativas al principio, su valor y retorno de la inversión se realizan a lo largo de muchos años.
El alto costo inicial de construcción de un data center se debe a una serie de factores. Entre estos se incluyen el terreno, la infraestructura física, los equipos de tecnología de la información (IT), los sistemas de refrigeración y energía y la seguridad. Además, también existen costos operativos continuos, como el mantenimiento de la infraestructura, la energía, la refrigeración y el personal.
No obstante, lo que se suele pasar por alto es que existen varias estrategias y tecnologías emergentes que pueden ayudar a reducir estos costos. Por ejemplo, el uso de la virtualización y la computación en la nube puede disminuir la cantidad de hardware necesario, reduciendo los costos de equipo, energía y refrigeración. Los avances en la eficiencia energética también pueden disminuir los costos operativos.
Además, para las organizaciones que no pueden permitirse el lujo de construir y mantener su propio data center, existen opciones alternativas rentables, como el alquiler de espacio en un data center compartido (colocation), donde pueden beneficiarse de la economía de escala. El uso de servicios de alojamiento en la nube también puede ser una opción viable, especialmente para empresas más pequeñas, ya que elimina la necesidad de una inversión inicial significativa.
Asimismo, las técnicas de construcción modular de data centers han comenzado a ganar popularidad. Estos módulos prefabricados permiten una escalabilidad más eficiente, permitiendo a las organizaciones aumentar la capacidad de su data center a medida que crecen, en lugar de tener que invertir en una gran infraestructura desde el principio.
Por último, es importante destacar que aunque la construcción de un data center puede implicar una inversión inicial alta, el valor que puede aportar a una organización en términos de capacidad de procesamiento de datos, almacenamiento, seguridad de la información y continuidad del negocio puede ser invaluable. Los data centers son una pieza fundamental en la era digital, soportando una multitud de servicios y operaciones críticas que son esenciales para el funcionamiento de las organizaciones modernas.
Por lo tanto, en lugar de ver los costos de construcción de un data center simplemente como un gasto, es más útil verlos como una inversión en la infraestructura crítica que permitirá a las organizaciones operar eficientemente y competir en el mundo digital.
Mito No 12: Altos costos del personal calificado
El mito del alto costo de formación y adquisición del capital humano para la operación de un centro de datos es un tema recurrente en el campo de la tecnología de la información. Este mito presupone que los recursos financieros necesarios para entrenar, retener y desarrollar personal altamente capacitado para operar y mantener un centro de datos son prohibitivamente altos, y que esto puede resultar en un retorno de la inversión (ROI) insatisfactorio para las empresas.
Es crucial entender que, aunque la gestión de un centro de datos requiere personal altamente especializado, el costo de formar a este personal no es necesariamente una barrera insuperable. En realidad, invertir en la formación del personal puede resultar en ahorros significativos a largo plazo, así como en un mejor rendimiento y eficiencia de los centros de datos.
Las nuevas tecnologías y la innovación constante en este campo han abierto caminos para reducir el costo de la formación de personal. Las plataformas de aprendizaje en línea, por ejemplo, permiten a los empleados adquirir habilidades y conocimientos relevantes a una fracción del costo de los métodos de formación tradicionales. Además, las empresas pueden optar por la formación interna, que es un medio eficaz de proporcionar a los empleados las habilidades específicas que necesitan para su trabajo, lo que puede resultar en una eficiencia operativa mejorada y en costos reducidos en el largo plazo.
Por otro lado, el costo de no invertir en la formación del personal puede ser significativamente mayor. Los errores de los empleados mal formados pueden causar fallas catastróficas en el centro de datos, que pueden ser extremadamente costosas tanto en términos de reparación y recuperación, como en términos de pérdida de confianza de los clientes y daño a la reputación de la empresa.
Además, es importante tener en cuenta que la inversión en capital humano no sólo se trata de formación. También incluye la contratación y retención de personal cualificado, y en este sentido, las empresas deben ser conscientes de que un centro de datos eficiente y exitoso requiere un equipo competente y motivado. Los salarios competitivos, los buenos beneficios y un entorno de trabajo positivo pueden resultar en empleados más comprometidos y productivos, lo que a su vez puede aumentar la eficiencia operativa del centro de datos y mejorar el ROI.
Como moraleja, el costo de la formación y la adquisición de capital humano para la operación de un centro de datos puede ser considerable, pero debe verse como una inversión que puede traer beneficios tangibles y a largo plazo. Este mito de los altos costos puede ser desmentido con una planificación y gestión eficaces, así como con la adopción de tecnologías y métodos de formación innovadores. En última instancia, el éxito de un centro de datos depende de la inversión en su recurso más valioso: su personal.
Conclusión: 12 mitos más comunes sobre los centros de datos
Los centros de datos son instalaciones complejas y dinámicas que desempeñan un papel crucial en nuestro mundo digital. Son mucho más que «almacenes de servidores» o «peligros medioambientales que consumen mucha energía». Son infraestructuras sofisticadas y en constante evolución que no sólo sirven de apoyo a las empresas, sino también a nuestra vida cotidiana, alimentando desde nuestras aplicaciones favoritas hasta los servicios en línea más críticos.
Sin embargo, persisten ideas erróneas sobre estos. Mitos como «los centros de datos son perjudiciales para el medio ambiente» o «sólo las grandes empresas necesitan centros de datos» pueden distorsionar nuestra comprensión y dar lugar a visiones simplistas o inexactas.
Al desmentir estos 12 mitos comunes sobre los centros de datos, esperamos haber arrojado luz sobre la verdadera naturaleza e importancia de estas instalaciones. No son meras estructuras físicas llenas de servidores, sino pilares clave de nuestra sociedad digital, en continua adaptación e innovación para satisfacer nuestras crecientes necesidades digitales.
A medida que el mundo se oriente cada vez más hacia los datos, los centros de datos seguirán evolucionando y desempeñando un papel aún más integral. Por lo tanto, comprenderlos con precisión no es sólo cuestión de corregir conceptos erróneos, sino de apreciar el papel vital que desempeñan en el impulso de nuestra era digital.
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